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Un Miércoles Santo diferente

Como cada año, varios hermanos y miem- embargo, la esperanza de los cartageneros comenzó
bros de la junta directiva nos volvíamos a juntar un a transformarse en preocupación al momento de la
Martes Santo, víspera de nuestro día grande, para aparición de las primeras gotas con la continuación
ultimar algunos detalles del trono de nuestro Cristo. de una fuerte lluvia que ponía más en duda la salida
Con la vista puesta en el cielo, ya se hablaba sobre de los californios en su día grande.
la posible suspensión de la procesión del traslado de
los Apóstoles al templo de Santa María de Gracia Todo se decidiría en el cabildo posiblemen-
esa misma noche, para su posterior participación en te más determinante de los últimos años para nues-
la Magna Procesión del Prendimiento. tra cofradía, el cual tuvo lugar en las inmediaciones
de la respectiva sede. En él, los presidentes serían
Tras la recogida de San Juan, Santiago y San los responsables de tomar la difícil decisión sobre
Pedro, las puertas de Santa María de Gracia se cie- qué hacer al respecto.
rran hasta el día siguiente. No era un día cualquiera
ni un Miércoles Santo cualquiera ya que volvíamos En las afueras se rumoreaban varias posibili-
a desfilar por las calles de Cartagena tras 2 años de dades: retrasar el desfile el tiempo requerido, acortar
pandemia, nuestros nervios e ilusión estaban a flor el recorrido o incluso, el poder salir la mañana del
de piel, pues esa noche estaba apunto de acontecer. Jueves Santo, entre otras. Tras varias horas de reu-
nión, se tomó la decisión más dura para un procesio-
El sol y el cielo despejado fueron los culpa- nista, pero que a la misma vez fue la más acertada.
bles de que aquella mañana se respirara ilusión y
esperanza, pero sin olvidar la preocupación por el Quedó suspendida oficialmente la Magna
terrible pronóstico que había para dicha procesión. Procesión del Santísimo Cristo del Prendimiento,
pues no se podía poner en peligro el patrimonio de
Parecía no encajar con la realidad que vivía- la cofradía y de cada una de sus Agrupaciones, ya
mos, así que, se decidió realizar un cabildo extraor- que la lluvia no daba tregua y seguía acechando el
dinario esa misma mañana para comentar y decidir cielo de Cartagena.
la situación, el cual se pospuso a media tarde de-
bido a la contradicción del parte meteorológico con Con suerte, aquella terrible noticia no fue
el buen clima que reinaba por nuestras calles. Sin lo único que el cabildo dió a conocer, sino que se

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Foto: Inés Baleriola