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estuviera relacionado con su vida profesional ya que
un año antes de la elección, en marzo de 1887 osten-
tando el grado de Capitán de Fragata fue nombrado
para hacerse cargo de la Provincia Marítima y de la
Capitanía del Puerto de Cartagena . El debía co-
(13)
nocer el tiempo que le quedaba para ascender en el
escalafón militar y eso podría conllevar un traslado
a otro destino fuera de la ciudad. De ahí que poda-
mos pensar que esa fuera la razón que le llevara en
un primer momento a no admitir el nombramiento.
De hecho seis días después de realizar la primera
convocatoria a Junta en la cofradía, el 25 de octubre,
nos encontramos una nota que dice: “Nuestro querido
amigo D. Francisco de Paula Sanz de Andino, acaba de
ascender a capitán de navío. Le felicitamos cordialmente,
deseando que este adelanto en su carrera, sea compatible
con su estancia en esta ciudad” .
(14)
Justo ese mismo día aparece publicada la
Real Orden donde se nombra para ocupar el puesto
en la Capitanía del puerto que venía ocupando Sanz
de Andino al Capitán de Fragata D. Guillermo Espa-
ña y Gómez. El relevo efectivo no se produciría has-
ta el 16 de diciembre. D. Francisco, según destacan
las fuentes, fue un hombre querido y estimado en
Cartagena en el desarrollo de su labor profesional
Fracisco de Paula Sanz de Andino(1888). Wssel de Guimbarda (1895) por lo cual la prensa desatacó que dejaba “… gratísi-
mos recuerdos de dicho destino, por haber sabido siempre
presentado la dimisión y las razones que le llevaron hermanar los intereses comerciales con los no menos res-
a tomar esa decisión. Lo que sí es un hecho es que petables que le imponían las ordenanzas…” (15)
dejó de ser el máximo responsable de la cofradía a
finales de diciembre de 1888, sin poder precisar la El análisis de estos datos me lleva a confir-
fecha exacta de su dimisión. En total alrededor de 4 mar la hipótesis planteada de que tras su ascenso no
meses. Esto nos lleva a afirmar que podemos estar realizara más actividad en la cofradía y presentara
ante el periodo de mandato más breve de un Her-
mano Mayor de la Cofradía California en toda su
historia reciente.

¿Y qué razones pudieron llevarle a abando-
nar el cargo? Su sucesor, Gamaliel Lizana también
tuvo que dimitir un año más tarde de su elección de-
bido a problemas internos de la cofradía. Creo que
en el caso que nos ocupa el por qué de su dimisión
no tuvo las mismas razones. Recuerdo al lector que
Francisco de Paula ya se mostró reticente a admitir
su elección suplicando que “no le obliguen a admitir
dicha presidencia”. Planteo la hipótesis de que todo Fragata VITORIA. 1885

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