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Y les puedo asegurar que no es el único “olvido”   Pedro, San Juan y la Virgen. Esto no siempre ha sido así.
            histórico que cuelga de su historia y de sus paredes.  Con una gran polémica y sin una explicación de las razo-
                                                               nes que llevaron a hacerlo, desde 1879 hasta las primeras
                   Ya esta preparado el cóctel explosivo. Ingredien-  décadas de 1900 el orden fue: San Juan, Santiago, San Pe-
            tes: Pérdida de la documentación o de los Libros de Actas   dro y la Virgen. Si, si San Pedro precedía a la Virgen.
            de la Cofradía + paso del tiempo= Olvido y aparición del
            error histórico. Esto en el mejor de los casos. En el peor   Está aceptado por toda la Cartagena cofrade que
            aparece el mito y ahí se acaba la historia y el rigor cien-  el Traslado procesional de San Pedro se viene realizando
            tífico.                                            desde 1755 desde el Arsenal a Santa María. Esa afirmación
                                                               carece de rigor documental que la avale. El inicio del tras-
                   El mito en las cofradías es una idea que, aún sien-  lado procesional tiene lugar tras la Guerra Cantonal cuan-
            do popularmente creída, es total y rotundamente falsa. En   do se reanude la celebración de la procesión california en
            un sentido más profundo, el mito sirve como una historia   1879 bajo el mandato, en una segunda etapa, del Herma-
            que orienta  y conmueve a la gente. Es agradable, sencilla,   no Mayor D. Bartolomé Spottorno y María, que ocupó el
            fácil de recordar y de contar; y por supuesto no hace falta   cargo entre 1878 y 1882 año de su fallecimiento. Y será la
            agencia de comunicación que nos cree una campaña de   Cofradía California la creadora de los primitivos traslados
            publicidad, se vende solo. La intención del mito no es la   procesionales en esta fecha y los marrajos no seguirán su
            relación de la historia con la realidad, sino con su función,   estela hasta 1887. Ese primer traslado será muy austero, el
            hay que crear una historia de donde no había nada, y eso   trono estrenará cartelas y fue acompañado por una banda
            les convierte en “Demiurgos”. Una vez extendida, popula-  de música. Tras un paréntesis de varios años sin hacerse,
            rizada, se convierte en una historia casi “sagrada”.   fue en 1885 cuando lo acompañen los obreros de la maes-
                                                               tranza con cirios encendidos, pero ya en tiempos del Her-
                   Pero esto no es verdadera historia. Yo comparo la   mano Mayor Carlos Mancha, que será quien enriquezca
            historia con una cámara fotográfica, pero sólo con enfo-  con figurantes el traslado.
            que manual. Depende de la pericia del historiador que nos
            transmita la instantánea de forma correcta o desenfocada.   Otro  mito:  A los marrajos siempre les llueve.
                                                               Bueno no siempre ha sido así. A finales de siglo XIX era a
                   Nunca antes de 1947 ha desfilado en Cartagena   los californios a quienes les llovía. En 1882 la procesión el
            un Cristo atado a una columna o Cristo de la Flagelación.   Prendimiento del Miércoles Santo tuvo que suspenderse
            Siempre y cuando no tengamos presente el estudio de   debido a la lluvia y la celebraron el Viernes Santo a las
            los historiadores Vicente Montojo y Federico Maestre en   cuatro de la tarde con el permiso del Obispo, tras la re-
            el que fijan la existencia en la ciudad en el siglo XVII de   cogida de la procesión del Encuentro de los marrajos en
            una Cofradía de un Jesús Nazareno de la Columna en el   Santo Domingo y antes de que estos mismos sacaran la
            Convento agustino de San Leandro, contemporánea de la   procesión del Santo Entierro. O la mal entendida rivalidad
            recién creada Cofradía de N. P. Jesús Nazareno.    marrajo-california. Esto es producto de la mala interpreta-
                                                               ción de la propia palabra. Rivalidad no es enfrentamiento.
                   Por ponerles otros ejemplos. El orden de los úl-  Rivalidad se debe entender como superación. Cuando las
            timos  cuatro tronos  de la procesión  de  Miércoles  Santo   circunstancias políticas han resultado más contrarias a las
            siempre ha sido como desfilan actualmente: Santiago, San   aspiraciones de las cofradías, esa palabra ha tenido su au-
                                                               tentico sentido. Como por ejemplo durante el periodo de
                                                               la IIª República, los eventos y actos sociales que se cele-
                                                               braban: los bailes de la Candelaria y Carnaval, las corridas
                                                               de toros, para recaudar dinero con el fin de sufragar las
                                                               salidas de las procesiones, se organizaban de forma con-
                                                               junta entre las peñas Marraja y California, repartiendo lo
                                                               recaudado a partes iguales. De la misma manera que nos
                                                               intercambiábamos los granaderos para salir en los pique-
                                                               tes. Hasta llegamos a organizar un partido de fútbol entre
                                                               las “subcofradías” de San Juan Marrajo y Californio en el
                                                               verano de 1933.

                                                                      Las aportaciones que resultan de la investigación
                                                               en el ámbito histórico suponen siempre, además de un in-
                                                               cremento del conocimiento, elementos para el intercambio
                                                               de saber y para la reflexión, y que por supuesto no puede
                                                               prescindir de la curiosidad, del rigor, la crítica, la toleran-
                                                               cia y la paciencia imprescindibles en una labor intelectual.
                                                               Como dice D. Juan Carlos de la Cerra en su saluda, debe-
                                                               mos tener: “En primer lugar una aptitud de gratitud y recono-
                                                               cimiento a todos aquellos que nos precedieron en la Hermandad,
                                                               no solo los más próximos a nuestra memoria […] sino a todos
                                                               los que, desde 1747, han hecho posible que los californios seamos
                                                               la realidad que hoy vivimos.” Y eso no podemos hacerlo si
                           Foto: Francisco Martínez


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