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Presentación de “El Flagelo”

número 30, año 2020

Muchas gracias…

Gracias por esta invitación, para presentar
el número XXX de la revista “El Flagelo”, 30 años
ya son muchos, a mí me lo parece y considero de un
valor y un mérito su continuidad en el tiempo como
algo realmente sorprendente.
Una vez señalado esto y con el debido
respeto, pido la venia a las Excelentísimas e
Ilustrísimas autoridades, así como al resto de los
asistentes, no sin antes de manifestar con toda la
humildad posible su perdón por las faltas que hoy
este Cronista pueda cometer en su exposición.

Digo lo de Cronista, porque soy el cuarto,
desde hace tres años los Cronistas Oficiales de
Cartagena han sido los presentadores del “Flagelo”,
ya no quedan más, de momento, y espero que
el orden de los cronistas no altere el producto y
que esta noche no desmerezca a mis apreciados
predecesores.

Para ello intentar, llevar a buen rumbo
esta presentación que, en su día me fue ofrecida,
por Pedro Ayala presidente de la agrupación del
Santísimo Cristo de la Flagelación perteneciente
a la Pontificia, Real e Ilustre Cofradía de Nuestro
Padre Jesús en el Doloroso Paso del Prendimiento y
Esperanza de la Salvación de las Almas. las Procesiones, pidiendo prestada la túnica de la
que sería mi Cofradía, La Marraja, lo siento, pero mi
Dividiré mi relato en tres partes; una inicial color es el morado, aunque mi respeto hacia las otras
en la que me referiré a mi pasado como procesionista, cofradías hermanas es absoluto y mi admiración por
no teman seré breve, una parte histórica y finalmente la California es inquebrantable.
hablaremos sobre el contenido explícito de esta
revista. Soy Marrajo desde hace 45 años, he formado
en tercios de La Piedad y La Lanzada, pero mi
Para mí la Semana Santa ha sido desde mi agrupación ha sido y es La de Los Estudiantes, la
niñez algo sustancial con Cartagena, cuando llegue del Cristo de Medinaceli y Santas Mujeres, en ella
a mi familia nadie vivía las procesiones desde he participado de nazareno, penitente, portapaso,
dentro, no había ni túnicas ni trajes de capirote, directivo, secretario y consiliario por un espacio de
pero eso no fue óbice para que, me introdujera en 31 años, hasta mi jubilación en el 2012, aquí lo dejo.

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