Page 14 - El Cristo de la Flagelacion en la Historia de Cartagena - WEB
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de la nueva estética Futurista y Modernista: los tronos contemporáneos aparecieron
por primera vez la noche del Miércoles Santo de 1879, fueron San Juan Evangelista y la
Virgen del Primer Dolor. También el trono de la Virgen California sería el primero en ser
iluminado con luz eléctrica en la Semana Santa de 1892.
Tras este salto cualitativo las procesiones de Cartagena se convierten en un referente
nacional, y los Californios apostaron fuerte para liderar ese nuevo tiempo, siendo reformados
sus tronos por el escultor granadino Luis de Vicente Mercado, como hemos señalado
anteriormente; y sus ornamentos muebles con la incorporación de un inimitable conjunto
de bordados confeccionados por las religiosas y acogidas del taller del Asilo de San Miguel.
En los años 20, en tiempos del general Primo de Rivera y del referido alcalde Torres, se
inicia un proceso de renovación de la forma de gestionar las hermandades, apareciendo
entonces en las agrupaciones activos grupos de cofrades encargados de controlar
el más mínimo detalle de la infraestructura de la procesión. A diferencia de lo que
sucede en otras latitudes, los cartageneros comenzaron a identificarse no solo con una
cofradía y hermandad, también con un paso, trono o advocación concreta, implicándose
decididamente en su gestión e implicando a todo su entorno familiar, generándose así
unas fuertes tendencias hereditarias y endogámicas en el hecho pasional. Y las primeras
imágenes en blanco y negro nos van mostrando cada año una creciente tendencia a
institucionalizar el orden como hecho diferencial cartagenero, caminando las filas de
penitentes al unísono al ritmo que les marca el tambor, producto de meses de trabajo
previo, de algarabía iniciática en cada calle y en cada esquina de Cartagena.
A partir de 1928 la Cofradía instituyó también la noche del Jueves Santo la Procesión
del Silencio, lo que abrió el camino a la transformación del original rito del traslado de la
imagen del San Pedro desde el Arsenal Militar a Santa María de Gracia la noche del Martes
Santo, siendo acompañado desde entonces por San Juan y Santiago desde el Parque de
Artillería y el Gobierno Militar, respectivamente.
Tras la Guerra Civil (con su traumático paréntesis de destrucción, dolor y muerte), la
consolidación de la Cofradía fue evidente, creándose la procesión de la Entrada de Jesús
en Jerusalén de la tarde del Domingo de Ramos en los años cincuenta, y en 1987 aparecía
la procesión del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Rosario. Se
han ido históricamente aumentando el número de procesiones y también el de pasos
y tronos: por ejemplo, la procesión del Prendimiento contaba en sus orígenes como
hemos apuntado con ocho pasos, mientras que en la actualidad procesiona con trece,
completándose poco a poco el complejo relato pasional.
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