Page 55 - El Cristo de la Flagelacion en la Historia de Cartagena - WEB
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En diferentes artículos de prensa expresaba el pesar cofrade y vaticinaba que llegaría un
             momento en el que las cofradías no se podrían comprometer a sacar sus procesiones a la calle,
             ya que las arcas se encontraban en un estado caótico. El ayuntamiento tomó medidas y pudo
             salvarse la situación porque el ayuntamiento presidido por el alcalde Ginés Huertas concedió
             un millón de pesetas a las cofradías y la Cámara de Comercio aportó otras 130000.

                Mientras en la ciudad la Semana Santa afrontaba una de sus mayores crisis históricas,
             a nivel exterior su proyección crecía, arrastrando cada vez más turismo, rompiendo así el
             carácter estacional del veraneo y aprovechando la creciente oferta residencial del Mar
             Menor. En el casino municipal de Pau, Francia, el procurador de la República Francesa
             impartió  una  conferencia titulada  Impresiones de  la Semana Santa de  Cartagena,  a
             instancias  del  pintor  allí  exiliado  Nicomedes Gómez. Durante  ésta se proyectarían
             diapositivas en color remitidas desde el Ayuntamiento de Cartagena y al finalizar habría
             una audición de marchas de las procesiones, ya muy conocidas allende nuestras fronteras.


                A pesar de la crisis no faltaron a comienzos de los años 70 las novedades en los tronos de
             la Cofradía California, destacando la renovación de los de San Juan, San Pedro y el Cristo del
             Prendimiento. Con la llegada de la democracia y la presencia como Delegado del Cultura del
             gobierno de la UCD del doctor Carlos Ferrándiz, procesionista y Californio militante, se avanzó
             mucho en la proyección nacional de los desfiles, que contaban cada vez con más visitantes y
             mayor atención de Televisión Española y de su circuito regional de Aitana. En aquellos años se
             avanzó mucho en la organización de las agrupaciones, cada vez más participativas, y a diferencia
             de lo sucedido en otros lugares, no decayeron en apoyo popular y político, manteniéndose
             inalterado el hecho de ser las Cofradías cantera de personas que se curtieron en la gestión de
             la Semana Santa y se integraron en los flamantes partidos políticos y sindicatos, que a su vez
             consideraban básico desde el punto de vista electoral fomentar el auge de la manifestación
             más transversal y permanente en el tiempo que hay en la ciudad.


                La organización de las agrupaciones se profesionalizó mucho y la Agrupación fue
             pionera (desde 1977) en el levantamiento de actas de las reuniones de Junta Directiva
             y Generales y en la implementación de una estructura contable propia de los nuevos
             tiempos.  La  buena gestión  económica  y  el incremento en  número de integrantes
             posibilitó la creación ese mismo año del Tercio Infantil filial de la Flagelación por iniciativa
             del entonces presidente, que era Fausto Peragón Pérez, denominado desde 1982 La
             Unción de Jesús en Betania, cuyo grupo escultórico realizaría el artista cartagenero Jesús
             Azcoytia. Se puso en marcha en febrero de 1978 y desfiló por primera vez el Domingo
             de Ramos de ese año, gracias en parte al buen hacer de los Mayordomos Francisco Roca
             Palencia y Francisco Espinosa Vilar.





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