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Andrés y yo nos miramos. Ya no podíamos hacer A lo largo de ese fin de semana di gracia a Dios
nada más. Era la primera vez que una persona había falle- por haberme permitido vivir esa experiencia, por haber
cido a mi lado. Escuchamos hasta cómo entregó su último podido acompañar a Wert hasta el final, por haberle podi-
aliento. Se fue sin estruendos, sin hacer ruido… descono- do tener cogido de la mano hasta que se despidió defini-
cido para casi todos los que le rodeaban… tivamente… por haber hecho que los últimos meses de su
vida haya tenido un techo, un hogar donde estar y sentir-
En ese momento pensé en muchas cosas. Estaba se acompañado. Por haber tenido el tránsito hacia la vida
aturdido, no sabía si Dios me había hecho pasar por esa eterna en un hospital, con todas la atenciones necesarias, y
vivencia para que fuese realmente consciente de las cosas por no haber estado solo en ese momento…
que son importantes y para que dejara de preocuparme
en exceso por lo cotidiano, o para que fuese consciente de Fue como si estuviese esperando a estar acompa-
que, si me gustaban las Pastorales de salud, eso iba a ser ñado para despedirse…
lo que tendría a diario… también hice una petición, y fue,
que si entregaba mi vida a Dios y a la Iglesia, al no tener Anoche salimos a dar un paseo tras la cena un
familia, que en el momento en que Dios me llamase, per- grupo de seminaristas, y me encontré cerca del Hospital
mitiese que alguien también me sostuviera de la mano… Reina Sofía con Álvaro, el coordinador de Jesús Abando-
llevar lo acontecido a la Oración, me ha hecho reflexionar nado. No había vuelto a verle ni hablado con él desde la
sobre la confirmación de mi opción de vida, y sobre el con- semana pasada. Lo primero que me preguntó fue: “¿esta-
suelo que a través de Dios podemos ofrecer a los demás. ba vivo Wert cuando tú llegaste al Hospital?”, le dije que
claro, que hasta me había pedido un zumo… y me contes-
Llegó Cristóbal, rezamos juntos, y llamamos a tó: “menos mal, tenía mucho miedo a morir solo…”.
las enfermeras. Pasaron a la habitación, nos volvieron a
pedir que saliésemos. Ya fue un trámite, todo había termi- Tenemos que agradecer a la Iglesia la labor que
nado… le hicieron un electro, entró el médico y certificó la presta a los más necesitados, a los olvidados, a los deshe-
defunción. Nos pusimos en contacto con Jesús Abandona- redados de la sociedad, y que muchas veces pasa desaper-
do para comunicarlo, y desde el Hospital llamaron a los cibida. Lo que pasó el viernes por la tarde en el Hospital
Servicios Sociales de la Comunidad. Nos entregaron sus Morales Meseguer no ha salido en ningún noticiario, aun-
pertenencias: una bolsa de plástico con un pantalón y un que a mí me haya marcado profundamente y sea el día a
jersey… para morirse, no hace falta nada más… llegó el día de la Iglesia. A través de meros instrumentos, Dios se
trabajador del Tanatorio, y nos dijo que al ser viernes por sirve de nosotros para poderse hacer presente y confor-
la tarde, tendría que permanecer en el depósito hasta el lu- tar a mucha gente. Sigue utilizando, Dios, a instrumentos
nes, pues los Servicios Sociales no se podrían hacer cargo como nosotros, para que llevemos Tu luz y Tu paz a los
de él. Hay quien pasa por la vida, y hasta para despedirse demás.
lo tiene difícil… Carlos Francisco Delgado García
Seminarista Mayor
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