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El Flagelo
anuncios a sus conocidos, administran el dinero o
simplemente pagan sus cuotas y marcan el paso du-
rante nuestros desfiles procesionales.
Una revista cofrade editada por una agru-
pación es algo muy complejo. Podría creerse, a prio-
ri, que es una publicación especializada, es más, al-
tamente especializada, con el único objetivo de dejar
constancia escrita de todo cuanto acontece en una
agrupación concreta, en este caso en la de la Flagela-
ción. Pero la realidad es otra; no sólo porque desde
sus primeras ediciones El Flagelo haya estado abier-
Foto: Francisco Martínez to a otros temas cofrades ajenos a la agrupación, más
los ámbitos del país. Las cofradías pasionarias no allá incluso de la propia cofradía california, sino por
fueron una excepción. En Cartagena ese momento su propia naturaleza, por el hecho de circunscribir
histórico coincidió con el apogeo de las agrupacio- su ámbito de interés al mundo cofrade. Un universo
nes cofrades surgidas en el primer tercio del siglo. per se rico y diverso, donde se produce una simbio-
Concurrencia que propició la edición de libros y sis entre lo sacro y lo profano. Desde nuestras cofra-
publicaciones periódicas auspiciadas mayormente días pasionarias, los hermanos nos preparamos para
desde las agrupaciones. Sólo en la cofradía califor- la celebración de la solemnidad de la Pascua; pero
nia entre 1987 y 2010 vieron la luz catorce cabeceras, las cofradías son también un crisol donde se funden
como documenta en su magnífico artículo, Revistas tradiciones y costumbres que poco o nada tienen que
californias, Rafael del Baño Zapata, recientemen- ver con la religiosidad. Un cortejo procesional de Se-
te nombrado de nuevo mayordomo cronista de la mana Santa es un escenario donde conviven en ar-
cofradía del Prendimiento. Sólo cinco de ellas, ape- monía distintas artes, desde la música a la escultura;
nas un tercio, siguen publicándose actualmente. Si esta última además ha sabido encontrar su propio
exceptuamos Boletín cofrade. Informativo de la co- lenguaje para resolver los pasos procesionales. Una
fradía california, que editó 26 ejemplares entre los actividad que en nuestra tierra han practicado con
años 2001 y 2007, con una periodicidad trimestral, el notable maestría artistas como Francisco Salzillo o
resto tuvieron una existencia breve. Esa es la razón Juan González Moreno. La puesta en escena de una
por la que esta noche la edición del número 25 de El procesión es además el resultado de la labor creati-
Flagelo, que durante esos mismos años ha acudido va de muchos artesanos especializados en la talla de
puntualmente a su cita con los cofrades cartagene- la madera, la orfebrería o el bordado. Manifestacio-
ros, sea motivo de orgullo, satisfacción y celebración nes artísticas que llegan a convertirse en verdaderas
para los hermanos de la Flagelación. Un hito impor- obras de arte cuando son trabajadas con inteligen-
tante también para la cofradía como demuestra la cia por manos expertas. La cofradía california, sin ir
presencia en el auditorio de varios hermanos mayo- más lejos, posee una magnífica colección de borda-
res californios. dos, lamentablemente aún no suficientemente pues-
ta en valor con las dificultades que ello entraña a la
Nada es fruto del azar ni de la casualidad, hora de conservarla y evitar su deterioro. Durante
si El Flagelo sigue existiendo después de un cuarto el desarrollo de una procesión coexisten la devoción
de siglo es porque detrás hay un grupo de perso- de unos y el lucimiento mundano de otros imbrica-
nas que trabajan, de mujeres y de hombres, como dos de tal manera que sería imposible lo uno sin lo
hoy está de moda decir. Un grupo de hermanos, de otro. Todo esta diversidad de intereses dispares es
cofrades..., en definitiva, un grupo humano unido y el foco de atención de las revistas cofrades, aparen-
movido por un fin común, es decir, una agrupación temente tan simples y sencillas, cuya realidad, sin
en su más genuina acepción, probablemente como embargo, es complicada ya que tratan un universo,
las concibió el hermano mayor don Casiano Ros allá como hemos visto, variopinto que se refleja en los
por el año 1927. El Flagelo es tarea, pues, de toda la diferentes temas que abordan en sus artículos este
agrupación de la Flagelación. Sería ingenuo pensar tipo de publicaciones donde se habla de religiosi-
que es posible llevarlo a buen fin sólo con el trabajo dad, de vivencias cofrades, de historia y a veces de
del equipo de coordinadores, de los fotógrafos y de historietas que pretenden serlo, de distintos lengua-
los articulistas que colaboran y de los anunciantes jes artísticos, de anécdotas y recuerdos de antaño, de
que lo costean, sin el concurso de nadie más. El Fla- devociones populares, de tradiciones… y así hasta
gelo, es ante todo, un empeño de la agrupación, es completar un largo etcétera.
voluntad de su Junta Directiva que destina a ello re-
cursos humanos y monetarios. Si los coordinadores Una bella imagen del Cristo de la Flage-
nos podemos dedicar a preparar cada año una nue- lación, captada por Julián Contreras, sirve de pre-
va edición de la revista es porque otros sellan lotería, sentación a la edición de este año y continúa con la
tradición de utilizar la portada de la revista para
12 cuidan el vestuario, limpian nuestros tronos, solicitan