Page 33 - El Cristo de la Flagelacion en la Historia de Cartagena - WEB
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La puesta en marcha tuvo lugar dentro de un contexto de renovación de la Cofradía
             antes apuntado, pues en esos días se hicieron nuevos bordados para el tercio de  San
             Juan, se arregló el trono de la Agrupación del Ósculo, se reformó el trono de la Santa Cena
             (en él se introdujeron tulipas de cristal con coronas de metal dorado y unos interesantes
             motivos vegetales dentro de la tradición orfebre Modernista de la ciudad), se estrenó un
             nuevo carro escudo con la insignia de la Cofradía, la imagen de San Pedro lució una nueva
             túnica de terciopelo rojo, se renovó el vestuario de los Granaderos y Heraldos Romanos y se
             mejoró la iluminación general de todos los conjuntos. En aquel tiempo una de las cosas más
             destacadas eran los diseños de Balbino De la Cerra, auténtica alma máter de la renovación
             mobiliar y estética, al cual dedicamos un reposado estudio en capítulos posteriores.


                La verdadera historia de la Agrupación del Santísimo Cristo de la Flagelación comienza
             a escribirse en la Semana Santa de 1943, momento en el que el Cabildo de la Cofradía
             California  decide iniciar  los  trámites en el Obispado  para incluir  en su  seno  la  nueva
             agrupación, pues entendían que era necesaria en el ciclo pasional. Hemos de entender
             la iniciativa como una actividad ligada a la obra apostolar y pedagógica de dos activos
             colectivos: el Patronato del Sagrado Corazón de María y los Hijos de María de la Casa de
             Misericordia, que tenían una larga tradición organizativa en el ámbito de la educación, la
             cultura y la religión.


                Bajo el estricto control  de las nuevas autoridades  políticas  y  religiosas, pronto  se
             tramitó la solicitud y el obispo de la Diócesis de Cartagena, Miguel de los Santos, firmó
             el día 28 de abril de 1943 la autorización para construir la imagen del Cristo azotado a la
             columna para que formase parte de la Procesión de Miércoles Santo.


                La existencia de esta Agrupación dentro de la Cofradía no es fruto de la casualidad ni
             del capricho puntual de algún dirigente Californio: no debemos despreciar la importancia
             que tuvo en aquella España ultra religiosa de la Guerra Fría y el nacional catolicismo la
             exaltación de la agonía de Cristo y especialmente de la Flagelación; y fue por eso por lo
             que se introdujo este matiz en la Semana Santa cartagenera que no tenía precedente pero
             que muchos echaban de menos. Para ilustrar ese nuevo espíritu tomemos como botón de
             muestra el artículo firmado en El Noticiero el día 4 de abril de 1944 por Manuel Villanueva
             y que así describía ese hecho religioso:


                Para salvar a la humanidad fue necesario que Dios se hiciese hombre convirtiéndose
             en carne mortal y agotase toda la gama de sufrimientos que puede padecer una criatura
             humana; pero al salvarnos nos dio el ejemplo a seguir dejando en nuestras manos el que
             su obra la hiciéramos eterna y no quedase anulada por nuestra perversidad y nuestra





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