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El Flagelo


            penitentes, lo que se veía, incluso, como
            un signo de prestigio social.

                    En ese contexto la popularidad
            de las marchas  de los ‘judíos’  alcanzan
            el paroxismo, quizás debido a la política
            que los dirigentes de la dictadura estaban
            llevando a  cabo  de exaltación de  lo
            cartagenero, retomando las iniciativas
            para conseguir la creación de una
            región con capital en la ciudad. Así,
            estas composiciones  se convierten, ya
            no en lo emotivo sino prácticamente en
            la realidad,  en un verdadero himno de
            Cartagena. Con ese carácter sonaron
            en  marzo  de  1924  en  Alicante  cuando
            el alcalde accidental José Mediavilla                    Foto: Archivo Ángel Julio Huertas
            acudió a entregar una bandera al Batallón          encerrado  en un presidio  y, posteriormente,
            Infantil de los Salesianos de dicha ciudad,  en las   deportado, sufriendo castigo de destierro en la Isla
                                                   (1)
            visitas del rector de la Universidad de Murcia y del   del Corregidor, una tierra perdida en la inmensidad
            Infante Alfonso  de Orleans al campamento  de los   del  Océano  Pacífico,  gobernada  por  un  oficial
            Exploradores en Sierra Espuña en 1926 y 1927,  o   también cartagenero. Acercándose  la onomástica
                                                       (2)
            en la intervención del alcalde Torres en Murcia en   del gobernador y no pudiendo el capitán cantonal
            un mitín de Unión Patriótica,  entre otros actos de   corresponder con regalo alguno por carecer de
                                       (3)
            carácter más o menos oficial.                      dinero, enseñó la marcha de los judíos al director de
                                                               la banda de música, integrada por indios. Y sonaron
                    Junto  a  ese  carácter  de  himno  casi  oficial   las entrañables notas de la marcha cartagenera” y “el
            de la ciudad,  a nivel popular las  marchas  suenan   gobernador, loco de alegría, se abrazó fuertemente
            en los más diversos escenarios. Desde un baile de   al desterrado, y lloraba como un niño, a la par  que
            piñata en Los Dolores en marzo de 1925 en el que   reía poseído de un indescriptible alborozo”, según
            la orquesta puso el punto y final con la ‘Marcha de   se relataba en las páginas de la revista ilustrada local
            los Judíos’,  hasta en un concierto del Real Cuerpo   ‘Cartagena Ilustrada’. (10)
                      (4)
            de Alabarderos en la plaza de  Toros  en abril de
            ese mismo año, donde “un arreglo insuperable de           En esa misma revista se publicaba, en 1926,
            la típica Marcha de los Judíos” fue la primera obra   otra anécdota en torno a la marcha de los ‘judíos’.
            presentada en un  programa que  incluía obras de   En este caso  se trataba de dos  cartageneros que
            Chapí, Bretón, Barbieri y Beethoven.  Desde las    vivían “en cierta y  lejana ciudad”. “De elevada y
                                               (5)
            ondas de la emisora local de radio, interpretadas   prestigiosa posición uno de ellos, humilde y casi
            por  la  “Orquesta  Sanantonera”  en  julio  de  1928,    anónimo el segundo. Presentóse éste, alegando su
                                                         (6)
            hasta una verbena en la cartagenera playa de Los   calidad de cartagenero,  a su  ilustre  compatriota,
            Nietos en agosto de ese mismo año,  pasando por    demandando de él ayuda para un asunto del que
                                             (7)
            un concierto de la Banda del Regimiento nº 33 en   dependía la felicidad de su hogar, entablándose
            el  Paseo  del  Muelle  en  julio  de  1931.   Incluso, la   entre ambos el siguiente interesante diálogo.
                                               (8)
            emisora de Radio Cartagena las emitía a diario,    ¿Dice usted que es cartagenero? Si señor, lo soy de
            provocando que  muchos cartageneros  ausentes      nacimiento y de corazón. Bien, pero no basta afirmar
            escribieran a la estación radiofónica haciendo saber   las cosas, hay que probarlas. Y como careciera el
            que “la oyen con gusto todas las noches la colonia   humilde de documentación que acreditase el lugar
            cartagenera aquí reunida”, según Eugenio Lancha,   de su nacimiento, apeló  a  un  remedio heroico,
            auxiliar de minas que se encontraba  en Oviedo, o   decisivo: comenzó a  tararear  la  marcha de los
            comunicando un  paisano residente en Ceuta  que    ‘judíos’. El éxito que obtuvo con esta inesperada
            escuchaba muy emocionado “todos los días la        salida fue asombrosamente  grandioso.  Un fuerte
            Marcha de los Judíos”. (9)                         abrazo,  que lejos de la tierra amada tiene  un
                                                               poder  y  una  significación  fraternal  hasta  entonces
                    En torno a las marchas surgen también en   desconocida, y la solución rápida y cordial de lo que
            estos años toda una serie de leyendas y anécdotas,   se pedía, fue la respuesta que siguió a aquel gesto de
            algunas reales y otras seguramente apócrifas  son   cartagenerismo”. (11)
            difundidas por la prensa del momento. Una de ellas
            se hacía remontar a los tiempos inmediatamente            El poeta y periodista Miguel Pelayo
            posteriores al Cantón  cuando “un capitán  de      también se sumó en aquellos años, en la sección
            aquel improvisado  ejército cantonal fue delatado,   ‘Glosario Cartagenero’ que tenia en el periódico
                                                                                                                 39
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